jueves, septiembre 07, 2006

'Alatriste': mucho ruido y pocas nueces

ARTICULO MENCIONADO EN LA ENTRADA ANTERIOR

FUENTE: http://www.blogdecine.com/archivos/2006/08/31-alatriste-mucho-ruido-y-poc.php



Mucha parafernalia y poca historia. Mucho actor famoso y poco personaje. Mucho bla bla y poca acción. Mucha promoción y poco que ofrecer.

La película ‘Alatriste’, escrita y dirigida por Agustín Díaz Yanes, hasta ahora ha sido la más cara del cine español. Se han recreado cientos de trajes y lugares de la época, se han rodado batallas, se han empelado miles de figurantes y actores de gran talla en papeles menores. Se ha hablado de la película desde hace muchos meses. ‘Alatriste’, además, está basada en las novelas de grandes ventas de Arturo Pérez-Reverte, lo que aún le crea mayores expectativas.

Pues todo eso ¿para qué? Para hacer un film que aburre, que nunca parece que llegue a arrancar, que no cuenta nada concreto, que no presenta buenos personajes… una película con un guión flojo, sin garra, un guión que trata de abarcar mucho y por eso aprieta poco. Con una realización, una ambientación y una dirección de fotografía, de Paco Femenía, dignas de una gran producción. Pero con una historia y unos actores que se han quedado por el camino. Y es una pena.

No quiero decir que una película con muchos diálogos sea mala sólo por ese motivo. Con lo de bla bla me refiero a mucho hablar para no decir nada, muchas consideraciones, expresiones rimbombantes y reflexiones, pero ningún diálogo que haga avanzar la trama, nada que nos lleve a ningún sitio o que retrate a los personajes. Aquí hay escenas que se hacen muy largas y pesadas ya en un primer visionado, y a las que se les podrían cortar bastantes segundos. Otras, sobran enteras. En un film en el que los espectadores se esperan acción, no se pueden ir enlazando, una tras otra, escenas de diálogos, hay que intercalarlas con otras más visuales y movidas. El colmo de esto llega cuando, después de tener que ver un fragmento bastante largo de una obra de teatro en la que actúa Ariadna Gil, en la secuencia siguiente, los personajes vuelven a hablar durante varios minutos. Ya que se trata de un momento sentimental, aprovecho para añadir que las historias de amor no producen la más mínima emoción ni transmiten ningún sentimiento.

elena anaya.jpg Parece mentira que un film basado en una serie de best-sellers pueda aburrir. Pero así es. No hay nada de aventura en ‘Alatriste’ y apenas hay acción. Sin embargo, esto no se debe a que estemos ante un magnífico retrato de personajes o ante un film que profundice en los conflictos psicológicos. No. Más bien funciona como un muestrario. Es tan grande la cantidad de personajes que se presenta que no hay tiempo para que ninguno de ellos tenga entidad. Aparecen un instante, dicen sus frases —unos actores mejor que otros, aunque eso lo trataremos más adelante—, pero casi nunca vemos qué les motiva o cómo sienten. Sólo en un momento en el que Elena Anaya tiene una duda, atisbamos algo de humanidad en la película. Pero ya me diréis el problema: tener que casarse con Eduardo Noriega. No lo veo yo un sacrificio tan grave. Además de que en general los personajes están muy poco desarrollados, nos encontramos con una gran misoginia, pues los dos únicos papeles femeninos que aparecen (el de Blanca Portillo es un papel masculino y de la sumisa esposa que cuida de Malatesta, interpretada por Pilar López de Ayala, no digo nada porque ella sí que es inexistente) son de mujeres rastreras, traidoras, provocadoras… Si hubiera dos así y otras mujeres de otra forma, se podría decir que es un retrato real de algún tipo de fémina, pero al ser las únicas que existen, parece que quien las ha dibujado piensa que todas las mujeres somos así.

Para presentar al capitán Alatriste, Díaz Yanes sí que ha tenido tiempo y en realidad ha intentado dibujarlo bien. Ha intentado mostrarnos a un ser acabado y perdedor, a un antihéroe al que aún le quedan valores como la lealtad. A un caballero de la —y perdón por el juego de palabras— (Ala)triste figura. Pero no lo ha conseguido en absoluto. Si fuera un pobre hombre debido a que es más noble que nadie y a que antepone la lealtad a sus propios intereses, pues podría despertar algo de empatía. Pero lo que le lleva a tener siempre un mal destino es que toma decisiones erróneas por pura estupidez o por actuar sin pensar. Quizá la intención de Reverte y de Díaz Yanes era mostrar a un hombre al que ya todo le da igual y que se ha, digamos, rendido en la vida. Si ésa es su pretensión, entonces deberían plantearnos por qué. Por qué está acabado, por qué ya nada le importa. Es posible que en las novelas sí se haga ver todo esto, no lo sé porque no las he leído, pero en la película está claro que en ningún momento se nos muestra.

El guión no llega a tener fuerza e interés porque no se centra en nada concreto, sino que va sumando escenas y anécdotas sueltas que en sí mismas no suponen nada. Es cierto que el intento de resumir todos los libros de ‘Alatriste’ en un solo film era arduo, pero ahí está el problema. No creo que nadie le haya obligado a Díaz Yanes a incluirlo todo en un solo largometraje. Esta decisión, sea quien sea quien la ha tomado, es errónea. Habría sido preferible quedarse con una corta historia —una de las novelas, un capítulo, hasta unas líneas— y desarrollarla con su arco argumental y sus giros de guión para que los espectadores pudieran tener interés en seguir la película y quisieran saber qué ocurre a continuación. Y en cuanto a los personajes, también habría sido preferible presentar menos para que los que hubiera, pudieran estar definidos. En todo caso puede servir como película histórica, pero para eso se acerca muy poco a los hechos políticos del momento, sólo los toca de refilón, siempre desde el punto de vista del capitán.

desembarco.jpg Esto demuestra que lo de que en España no se hagan buenas superproducciones no depende sólo de que no se quiera o no se pueda invertir dinero. Es que no se sabe hacer buen cine comercial. Con un guión como éste, no se puede ir a ningún sitio. Dicen que todo el éxito económico y la buena opinión general de ‘Piratas del Caribe I’ se debía únicamente a la presencia de Johnny Depp, pero aunqu este actor estuviera en ‘Alatriste’, la película no tendría ni más calidad ni más éxito. Hay que tener en cuenta que el hecho de que un personaje sea bueno, también depende del guión. Y si Jack Sparrow estaba bien retratado, era gracias a sus guionistas, sin quitar que Depp sea un gran intérprete. Con el mismo aparato de producción, el mismo equipo técnico y con una buena historia de partida, 'Alatriste' podría haber sido una gran película.

Aún no se ha estrenado ‘Alatriste’ y ya estoy hablando de su éxito. Evidentemente, lo va a tener. Va a vender muchísimas entradas, aunque sea las primeras semanas, pero obviamente, gracias a esta enorme campaña de promoción que se le está haciendo en todos los medios de comunicación.

Continuando sobre el guión: no sólo resulta defectuoso porque no logra tomar una dirección en ningún momento. También tiene el problema de que parece que plantea cosas que luego no se resuelven, lo cual puede provocar una especie de desazón inconsciente en los espectadores. Por ejemplo, lo del oro y las riquezas que posee el rey gracias a que no paga la soldada y a que probablemente los campesinos y comerciantes están esquilmados, parecería un buen hilo de acción en el que la película se podría centrar. Pero el tema se abandona y nos quedamos sin saber más sobre ello. Tanta grandiosidad en cómo se ha rodado ‘Alatriste’ para luego presentarnos siempre cuestiones menores.

Escenas de acción hay pocas y las que hay tampoco son tan espectaculares como cabría esperar. Están bien resueltas, pero no tienen grandiosos planos con grúa y con movimientos impresionantes. Además, las batallas que nos parecen geniales en otras películas lo son porque no consisten en una simple escena con acción, sino que tienen su preparación, nudo y desenlace, como la propia película, porque están construidas con momentos de dificultad, con clímax, con emoción que va más allá de lo vistoso. Los combates de espada están bien interpretados, probablemente porque se trajeron a Bob Anderson, el maestro de esgrima de ‘El señor de los anillos’, ‘El Zorro’ o ‘Piratas del Caribe’, entre otras grandes producciones.

La cuestión actoral tiene mucho que ver con cómo estén retratados los personajes en guión. Un buen papel siempre ayuda a un actor a hacer un buen trabajo. En el caso de Viggo Mortensen, hay que decir que lo ha hecho bastante bien para tener una base tan pobre. Sin embargo, esa forma de hablar, como de borracho constante, hace que no te lo puedas tomar completamente en serio. Sería preferible que se admitiera que tiene acento y que se inventara alguna excusa como que pasó tiempo fuera, que sus padres eran de otro sitio… cualquier cosa, antes de hacer pasar por habla normal la pronunciación de Mortensen.

El problema llega cuando actores que sí que son españoles tampoco tienen una dicción o un tono mucho mejor. Eduardo Noriega, además de que no aparece más que para declamar, resulta desastroso. E insisto: él no tiene toda la culpa. Su personaje es nulo. Quien mejor resultado da en cuanto a este tema de la entonación es Blanca Portillo, que ya fue la mejor actriz en ‘Volver’, de Almodóvar. Javier Cámara también hace un buen Conde Duque de Olivares y Echanove resulta correcto como Quevedo. Eduard Fernández y Antonio Dechent están bien en sus papeles de compañeros del capitán, pero de nuevo, es que sólo tiene unas frases. Los demás resultan casi igual de penosos que Noriega. Por lo tanto, aunque haya buenos actores que lo hace bien y otros que han demostrado ser buenos actores en otras producciones, pero que aquí no están bien dirigidos; en general, la sensación que queda es de un trabajo actoral desacertado. Curioso el aspecto irreconocible del italiano Enrico Lo Verso. Díaz Yanes es un director con una extraña trayectoria. Dirigió su primera película ya con una edad avanzada, ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’. En mi opinión es una de las mejores películas del cine español, con un grandioso Federico Luppi y una Victoria Abril en su buena época. Tras un parón largo, Díaz Yanes trató de volver con la ambiciosa ‘Sin noticias de Dios’ e hizo una película fallida, de tono extraño, que no se llegaba a saber si era una comedia o algo serio. Ahora, con ‘Alatriste’ veremos qué le ocurre. El otro día apareció en la tele diciendo que lo mejor para recuperarse de una película grande era hacer inmediatamente después una pequeña. Pero con las treguas que se toma este director, me extrañaría que lo hiciera. Curiosamente, la labor que más ha desempeñado en su carrera es la que peor le sale aquí: la de guionista. No sé si el material de partida tendrá algo que ver, pero si se trata de buenas novelas y lo menos logrado es la adaptación, quiero creer que la presión de una producción tan grande y de tantas localizaciones y preparaciones, le han impedido centrarse y le han hecho perder la perspectiva y la objetividad.

En definitiva, si los autores han tratado de hacer una película de aventuras, han fallado. Si lo que han intentado es ofrecernos un film humano, de personajes, entonces se han quedado aún mucho más lejos de su objetivo. Eso sí: las expectativas hacen que la impresión de la película cambie mucho. Ahora que os esperáis menos, probablemente os gustará más que si hubierais leído una crítica positiva.

"ALATRISTE"

NO SE SI COMPARTO TODO LA CRÍTICA, PERO ME PARECE INTERESANTE.

FUENTE: http://www.blogdecine.com/archivos/2006/09/04-alatriste-que-triste.php


Tras leer la extensa y convincente crítica de mi compañera Beatriz sobre 'Alatriste' poco tendría que añadir yo. Sin embargo no puedo quedarme callado, no debo. Es la película española del año, como en el 2005 lo fue 'Torrente 3'. Hablo de la taquilla, naturalmente. Y si hablamos de su calidad como película pues poco mejor es que el cachondeo de Santiago Segura, y no, no es coña. Ya me gustaría. La supuesta crisis del cine español la van a salvar dos truños que no hay por donde cogerlos. Porque lectores míos, 'Alatriste' es la demostración palpable de que en este país ya podemos ir dedicándonos a hacer otra cosa, no sé, calceta por ejemplo. Esta película no es sólo un claro exponente de la nula calidad de nuestro cine. Es una invitación a que cualquier espectador con dos dedos de frente no vuelva a pisar más un sala de cine para ver un producto patrio. También es una invitación para que todos aquellos que se dedican laboralmente a esto del cine en nuestro país vayan pensando en cambiar de pofesión y no perder más el tiempo haciendo el tonto.

¿Qué estoy siendo demasiado duro? ¡Qué va! Lo que pasa es que si la película fuera americana, pues la pondría a parir sin más y punto, y lo que es mejor, me importaría un bledo. Pero como es nuestra (y lo de nuestra va con segundas) no puedo quedarme callado sin más y limitarme a realizar una crítica del film sin entrar en ciertas consideraciones que creo importantes. Tanto tiempo quejándonos de que en nuestro país no nos atrevíamos a hacer una superproducción a la americana con muchos medios y tal y cual, con toda la Historia que nosotros tenemos y bla bla bla... y cuándo resulta que existe la posibilidad de hacerlo (una buena posibiliad diría yo) y aparte nos ponen en bandeja a un actor de la talla de Viggo Mortensen y unos 22 millones de euros, más una base literaria mínimamente aceptable, yo pregunto ¿cómo es posible que se haya hecho SEMEJANTE MIERDA?

Sobre su argumento no voy a hablar. Os cogeis los libros que Arturo Pérez-Reverte le ha dedicado al personaje y comprobareis que se ha cogido algo de todos para contar la historia que se nos cuenta en la película. Una historia enormemente confusa que nunca avanza y lo que es peor: no resulta interesante en ningún momento. ¿Qué hace Alatriste? ¿qué hacen el resto de personajes? ¿qué les une? Éstas y otras muchas preguntas pueden tener contestación pero sólo a medias, ya que nunca queda perfectamente definido o explicado qué es lo que hace cada personaje y su función en el film. Muchos salen por salir, o más bien porque los interpretan actores conocidos y así el público pueda decir: "mira, es Pilar López de Ayala" (hija mía, ¿quién te recomendó que te metieras aquí?).

Esa poca definición no afecta únicamente a los personajes sino a la historia. La trama central queda bastante diluída, ya sea por la apabullante dirección artística, por el exceso de personajes o por tramas secundarias que entorpecen radicalmente la narración, como por ejemplo los asuntos amorosos entre algunos de los personajes. Aparte de perder el tiempo, no están bien mostrados. También habría que decir que la película se pierde en datos históricos referente a cuadros famosos, los cuales nos importan un comino, porque ni siquiera está conseguido el hecho de querer transmitir la sensación de que nos encontramos ante algo grande justo en el momento de ser realizado. Ese exceso de información termina cansándonos, es cómo si los responsables pensaran que no nos íbamos a dar cuenta de la época exacta en la que se desarrolla la película. Pero vamoa ver, si ya al principio nos dicen el año, y nos repiten cada dos por tres: "un año después", "diez años después" y así sucesivamente.

A Agustín Díaz Yanes no es que le quede grande la película, es que le queda enorme. No consigue inferirle el ritmo correcto, es más, a veces da la sensación de que no hay ni ritmo; aguantar el film entero es verdaderamente soporífero y termina desquiciando. Por no haber no hay ni bajones de ritmo, que ya es decir. Y cuando llega la hora de resultar espectacular, el director demuestra que no sabe rodar ni una sola escena de batalla o de lucha de espadas. Todo es confusión y está muy atropelladamente mostrado. El film tampoco puede presumir de tener muchas escenas espectaculares, lo cual no deja de ser un error, porque cuando se centra en sus personajes es el caos total. Si al menos hubiera tenido algo más de acción, y no se hubiera parado tanto en inutilidades, estaríamos hablando de otra película sin duda alguna. Pero no es así.

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En el trabajo de actores hay para todos los gustos. Evidentemente quien se lleva la palma es Viggo Mortensen, a quien sólo hay que reprocharle una forma de hablar realmente extraña y que daña un poco su interpretación. No obstante, hace suyo el personaje y se pasea por toda la película llenando la pantalla, quizá demasiado, porque de lo que no cabe duda es de que el film es un entero vehículo para su lucimiento, que todo el mundo sepa que este actor ha venido a trabajar con nosotros y enfoquémoslo mucho, no vaya a ser que sea la única vez que se acerque por aquí. El resto del reparto las pasa verdaderamente canutas para estar a la altura. Del lado bueno tenemos a Javier Cámara, actor que gana mucho con los años; Blanca Portillo, que si no se lleva el Goya por ésta, lo hará por 'Volver'; Juan Echanove como un excelente Quevedo; Ariadna Gil, no porque esté bien, sino porque yo a esta actriz le perdono todo y es siempre una gozada verla en pantalla. Y cómo no, Eduard Fernández, magnífico actor todoterreno que borda lo que le echen.

Del lado de los malos tenemos a Eduardo Noriega, que en cualquier momento parece que nos va a decir que bebamos Schweppes; Elena Anaya, que no es creíble nunca; y sobre todo Unax Ugalde, quién a estas alturas yo ya califico como uno de los peores actores de la Historia Universal. Su personaje, vital en la historia, no tiene ni la más mínima entidad en manos de Ugalde, no existe. El actor que sólo sabe poner una cara, la suya, está verdaderamente patético y termina de redondear el desastre general.

A los buenos actores hay que sumar lo gastado en diseño de producción, que ahí sí la película es perfecta. Cada céntimo de su presupuesto se ve reflejado en la pantalla, algo es algo. Pero evidentemente no llega, ya que el resto no son más que un montón de personajes saliendo a diestro y siniestro y recitando frases que por momentos resultan ridículas.

Una película muy mala que una vez más pone de relieve y al descubierto las enormes deficiencias artísticas de nuestro cine, al que tendríamos que estar defendiendo a capa y espada (nunca mejor dicho), pero con films como éste resulta imposible. A ver lo que tardan en reírse de nosotros en cuánto la película se exporte. En estos momentos la sensación es de mosqueo absoluto, mañana será tristeza, porque repito una vez más que la ocasión para hacer algo grande era única y la han desaprovechado. Y por cierto, no parece que se vaya a realizar una serie sobre el personaje, que sería lo lógico. Claro, se han quedado sin dinero produciendo ésta, no hay para una continuación.

Se fueron la vacaciones, tiempo de libros

Agosto, sniff, donde estás, tres semana de asueto, con todo el tiempo para dedicarlo a uno mismo, el primer día de las mismas tienes la sensación que nunca terminarán, pero no es asi, cuando menos te das cuenta se acabó, todo termina, vuelta a la rutina, comenzar de nuevo, otro ciclo vital nuevo en espera de ese mismo espacio dentro de un año. La lectura (como en años anteriores) se retoma con fuerza, recomiendo un libro muy entretenido (sólo eso, que ya es bastante) LA CENA SECRETA, otro libro que se cuelga de la moda "Codigo Davinci" personalmente creo que este (La cena secreta) esta mucho mejor documentado, muy ameno de leer, me recuerda vagamente a "El nombre de la Rosa", conventos, misterios por descifrar etc. Saludos y buen año para todos