jueves, junio 11, 2009

sin comentarios

Fuente: la sexta CQC + youtube



http://www.youtube.com/watch?v=VNqZwAonr28&feature=player_embedded

Vamos a contar..........tralara

Fuente: http://paginaaleatoria.blogspot.com/2009/05/el-carrito-del-helao-vii-habia-una-vez.html

Si no fuera porque el señor Camps (que ya empieza a tener alias, como todo presunto que se precie, y no me refiero al jamón ni al grupo en el que cantaba Sole Giménez) se está cachondeando de la gente en sus morros, me inspiraría hasta ternura.
El diario El País publica en su edición digital (citando a La Vanguardia) que Camps recibió, como regalo de su amiguito del alma, entradas para el circo. Realmente patético. Lo mejor de todo es que quiere hacernos creer que pagó los trajes, cuando no es capaz ni de comprar las entradas para el circo, que por otra parte, y dado su cargo, podría conseguir por la cara con sólo pedirlas.
En fin, esto ya se está pasando de castaño a oscuro, porque parece que este señor vivía a costa de la trama de Correa, aunque seguro que eran regalos sin esperar ninguna contraprestación, que para eso El Bigotes es su amiguito del alma, aunque cuando habla con Correa de Camps se refiera a él como el curita. Bueno, el circo ya lo tenemos, ahora falta el pan. Tiempo al tiempo.

Agradecido y emocionado



Fuente:http://paginaaleatoria.blogspot.com/2009/05/el-carrito-del-helao-vi-agradecido-y.html

Paco Morgan, o Lina Camps, tanto monta monta tanto. El caso es que el "Tío Paco" (o el curita, como parece que se refiere a él su amiguito del alma cuando habla con Correa) acude a declarar como imputado por un presunto delito de cohecho "con ganas e ilusión". Ni que fuera a Eurovisión.

Todo estaba preparado. Baño de masas para que en Canal 9 (donde no conocen la palabra imputado) se vea lo que el pueblo valenciano quiere a su líder, y arropado por los 3 vicepresidentes del gobierno y Rita Barberá. Lo que pasa es que el baño de masas era como los que se da La Rita en Fallas. La gente grita y ella saluda, da igual que le digan de lo que se tiene que morir (que se lo dicen), ella sonríe y saluda. En televisión queda bien, porque se ve gente gritando y ella sonriendo, pero no se entiende lo que dice la gente. No está mal pensado.

Pero lo mejor venía a la salida. Después de decir que "por fin ha podido decir la verdad", como si para decir la verdad hubiera que estar delante de un juez que además te mira de soslayo porque sospecha de ti. ¿Quiere decir eso que cuando no está delante del juez no dice la verdad?, porque ya es para pensárselo. Y había que verlo. Todo felicidad, todo gozo, con Rita Barberá carcajeándose (domina la escena, eso hay que reconocerlo) y su corte de vicepresidentes rindiéndole pleitesía.

¿Y dentro?, pues Camps dijo que había pagado los trajes en metálico y que no tenía las facturas. Vamos, que no puede demostrar que ha pagado los trajes, cuando estos no van a cagar sin pasar el papel higiénico a gastos de representación. Lo que parece claro es que la imputación no se debía a las malas artes de Garzón maquinadas a medias con el entonces ministro de Justicia en fines de semana de actividad cinegética, o por lo menos el juez del TSJCV opina igual. A ver si El Mundo le hace una entrevista y le pregunta si le gusta la caza, que aquí puede que haya gato encerrado.
El resultado es que Camps sigue imputado, pero no le importa, es feliz. Se mostró muy satisfecho y muy contento con la declaración. ¿Alguien le puede decir a este señor que todavía está bajo sospecha?

El caso CAMPSverde

es una fuente inagotable este chico


http://paginaaleatoria.blogspot.com/2009/05/el-carrito-del-helao-iv-la-burra-es.html

La doble moral (de pakito CAMPSverdes

Fuente: http://paginaaleatoria.blogspot.com/2009/05/el-carrito-del-helao-iii-la-doble-moral.html

Lo que son las cosas, Camps proclamando a los cuatro vientos su inocencia, aunque sin querer dar explicaciones más que en los juzgados, y ahora resulta que nos enteramos de que había solicitado la nulidad de las actuaciones llevadas a cabo por el juez Garzón, lo que le evitaría de dar explicaciones. Lo más curioso de todo, es que ha hecho una declaración de bienes ante las Cortes Valencianas, pero de las facturas de los trajes que presuntamente le regaló "la trama Gurtel" (otra curiosidad, gurtel es sastre en alemán) sigue sin haber ni rastro.

El contacto de Camps con la trama de Correa parece claro después de la declaración de amor eterno que se intercambiaron Camps y su "amiguito del alma" Alvaro Pérez, también conocido como "El Bigotes", en las que además se reconocía que la familia de Camps había recibido regalos de su parte.

Ahora le tocará dar explicaciones, porque la cosa se va complicando. Ya son varios los diputados regionales de Madrid imputados en la causa, y es de suponer que el TSJ de la Comunitat Valenciana estará reuniendo pruebas, porque imputar a un presidente autonómico debe hacerse sabiendo que la burra es parda, y eso se hace cuando se tienen los pelos en la mano. El no anular las actuaciones realizadas por Garzón puede indicar que van intuyendo el color de los pelos de la burra, y va acercándose al pardo poco a poco.

Mucho le está defendiendo Rajoy, que parece que no se ha dado cuenta del modus operandi de Camps, que supongo no dudará en traicionarle después de ser su delfín. Ya lo hizo en su momento con Zaplana, que supongo que mirará todo esto desde su despacho de Telefonica con una media sonrisa complacida. Viendo cómo le organizó a "su líder" un congreso para su mayor gloria, no me extrañaría que fuera la siguiente víctima de su desmedida ambición, que siempre disfraza de fidelidad eterna.

Yo, de Rajoy, pondría las barbas a remojar.

miércoles, junio 10, 2009

SI A LA DIVERSIDAD FAMILIAR

FUENTE:http://diversidadfamiliar.blogspot.com/

MANIFIESTO "RED POR LA DIVERSIDAD FAMILIAR"

Los firmantes de este manifiesto concebimos la red como una fuente de información y entretenimiento, pero también de activismo y participación social. Desde la disparidad ideológica, religiosa, racial y sexual nos une nuestro compromiso con la igualdad y la diversidad. Por ello, reafirmamos nuestro compromiso con el respeto y la tolerancia hacia los distintos modelos familiares. Los tiempos han cambiado y el modelo tradicional de familia convive hoy con otros tipos, como las familias monoparentales u homoparentales. Entendemos que esta diversidad enriquece notablemente a nuestra sociedad y, con tristeza, vemos día tras día como algunos sectores conservadores y retrógrados, encabezados por las jerarquías eclesiásticas, intentan imponer un modelo excluyente de familia tradicional. Por todo ello expresamos:

- Nuestro más firme RECHAZO a las actitudes de exclusión y discriminación que algunos sectores conservadores, liderados por la Iglesia católica, muestran hacia los distintos modelos familiares que conviven hoy en nuestra sociedad. Consideramos que detrás de su enfática defensa del modelo de familia “tradicional” se esconde la intransigencia y el odio a la diferencia. Defendemos la diversidad como un rasgo enriquecedor, también en el ámbito familiar, y, por ello, exigimos respeto y tolerancia para todos y cada uno de los modelos de familia existentes.

- Nuestra sólida DEFENSA de la igualdad y la diversidad, y por ende, del derecho de todo ciudadano, sin importar su orientación sexual, a amar, contraer matrimonio y construir su familia libremente. Actualmente en nuestra sociedad existen distintos tipos de modelos familiares y todos deben gozar del mismo respeto y consideración con los mismos derechos y obligaciones.

Por último llamamos a la MOVILIZACIÓN social para seguir avanzando en igualdad y construir una sociedad más libre, igualitaria y diversa. Sólo con la participación y la visibilidad será posible frenar las actitudes discriminatorias, intolerantes e intransigentes que siguen existiendo y condenando la diferencia.

TODAS LAS FAMILIAS IMPORTAN
SÍ A LA DIVERSIDAD FAMILIAR

LA LEY DE LA RAZÓN

Ella escribe muchísimo mejor que yo, osea...

Almudena Grandes_escritora

discurso de apertura del acto reivindicativo de la campaña
"Por una sociedad laica. La religión fuera de la escuela"

24 de noviembre de 2004


"Nosotros no tenemos el poder, pero tenemos la razón. Y la razón importa, la razón pesa, la razón duele o reconforta, la razón compromete. Y ese compromiso no se puede negociar, el nombre de la razón sólo puede pronunciarse de una manera. Por eso, creo que no debemos pedir, no debemos exigir, ni siquiera negociar, sino afirmar. Porque tenemos la razón, no estamos dispuestos a volver a la caverna, al espacio húmedo y tenebroso, oscuro y frío, atemorizado y seco, donde ya ha sucedido la infancia de demasiados niños, de demasiadas niñas, demasiadas veces, durante demasiados siglos, en este país nuestro donde el progreso sigue siendo un milagro frágil y azaroso, y el simple respeto un valor revolucionario."

Escribí estas palabras en febrero de 2004, para leerlas en un acto contra la LOCE convocado, como el que nos reúne hoy aquí, por la CEAPA. He querido comenzar con ellas mi intervención de esta tarde, en unas circunstancias tan parecidas, y tan distintas a la vez a aquéllas, para recordar, y recordarme, que la batalla por la civilización -el único concepto del término "civilización" que sigue estando vigente a estas alturas de la Historia, dije entonces y repito ahora-, es larga y dura, áspera y trabajosa. Pero no, eso nunca, superior a nuestras fuerzas. Porque la escuela pública mixta, laica, gratuita, obligatoria, igualitaria y de calidad es el primer peldaño de la civilización, y cada uno de esos conceptos, cada uno de esos adjetivos, cada una de esas reivindicaciones, nos carga de razón.

Otros hablan de la Verdad. Una Verdad suprema, que se escribe con mayúscula porque, al parecer, es el nombre propio de Dios, que, al parecer, es el nombre propio de algo. Una Verdad que pretende suplantar y anular otras verdades que, dando sentido a conceptos como la Libertad, la Igualdad y la Justicia, alientan con mayúscula en nuestra conciencia, una Verdad que desprecia las leyes del conocimiento y de la historia para remontarse a la bruma glacial, pantanosa y preternatural donde se originaron el miedo y la superstición, la desigualdad y la humillación, como atributos humanos. A pesar de eso, yo no voy a hablar de la verdad. Y no porque no me lo pida el cuerpo, desde luego. Lo que siento últimamente es una indignación semejante a la que me inspira mi propia hija de siete años cada vez que se coge un berrinche con tanto aparato eléctrico como ningún motivo, y me entran unas ganas tremendas de darle un bofetón y decirle, toma, para que llores por algo. El cuerpo me pide ahora algo parecido, toma, para que te sientas perseguido por algo, pero, por muy partidaria que sea de mi cuerpo, y por muy justa, oportuna, razonable, merecida y deseable que me parezca esa satisfacción, no voy a incurrir en el error político de perseguirla. Porque a la Iglesia Católica española le sobran mártires. Ya tienen tantos, que en el Vaticano no dan abasto para canonizarlos a todos.

Así que no voy a hablar de la verdad, ni de eso que los redivivos soldados de Cristo que escriben artículos de opinión en ciertos periódicos llaman el Derecho Natural, todo por supuesto con sus preceptivas mayúsculas aunque a ningún jurista mínimamente sensato se le haya ocurrido volver a invocarlo desde el siglo XVIII para acá. Porque a mí me interesan más los derechos con minúscula, y entre ellos, el que puede poner en nuestras manos la oportunidad modestamente histórica de impulsar la modernización, incluso la normalización, de nuestro país. Es de eso de lo que estamos hablando al exigir un modelo laico para la escuela pública.

Porque éste, que se llama España, es nuestro país, también nuestro país. Esta aparente obviedad deja de serlo en un momento como éste, en el que los voceros de la derecha en general y de la Iglesia en particular vuelven a invocar la Verdad y el Derecho con mayúscula, la tradición, sin aclarar que hablan exclusivamente de la suya, y hasta el espíritu nacional aquél que nos enseñaban en el colegio, para comportarse como si ellos fueran los propietarios de este país y nosotros unos pobres desgraciados que estamos aquí realquilados con derecho a cocina. Y lo peor no es eso. Lo peor es que consiguen que una amplia parte de la opinión pública se lo crea, y cuando se plantea, como en estos momentos, una cuestión tan elemental como la conveniencia de separar la Iglesia y el Estado, hay demasiada gente que se lleva un susto y utiliza la palabra "provocación" como arma arrojadiza. Y ya está bien. Ya está bien de manipulaciones, ya está bien de falsos victimismos, ya está bien de que los auténticos provocadores reciban con una mano dinero del Estado que sostenemos todos los españoles excepto ellos, y con la otra, abierta, insinúen gestos ambiguos, a medio camino entre la petición de limosna y la amenaza. Para mí, desde luego, ya está bien. Yo tengo tantos apellidos terminados en "ez" como el que más, y no me asusto porque no me da la gana.

Los que estamos aquí, representándonos a nosotros mismos y a bastantes millones de españoles más, somos miembros de la sociedad civil que ganó las elecciones generales el 14 de marzo de 2004. Y desde esa posición, desde esa convicción, y me atrevería a decir que desde ese derecho, debemos reclamar al gobierno que surgió de esas elecciones no valor, porque el valor sobra, o al menos debería sobrar, cuando el poder se ejerce democrática y legítimamente, pero sí lealtad consigo mismo, y tanto a nosotros como a sus miembros, sangre fría, inteligencia y firmeza. Porque nosotros no somos los provocadores. Nosotros somos los que tenemos razón, y la razón es la única verdad que no necesita mayúsculas para perdurar. La nuestra es una razón antigua, además. Una razón que está en el origen de la mejor tradición que ha generado jamás este país. Una razón que situó a España por primera y única vez en muchos siglos a la cabeza del progreso de las naciones. Esa es mi tradición, la única en la que quiero reconocerme, la única a la que pertenezco. Educación, educación y educación. Este lema de la España republicana, laica e institucionista, que se volcó con todo lo que tenía y aun con lo que le faltaba, en la tarea heroica, admirable, de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de aquel país que sigue siendo éste, por el procedimiento de erradicar su ignorancia, es una tradición indiscutible, hasta castizamente española. Tan española como la estampa sombría del acuerdo que un Estado ilegítimo, que ya no existe, firmó con una Iglesia que, a pesar de eso, sigue reivindicando su vigencia con un ardor que parecería digno de mejores propósitos en el mundo atrozmente cruel y convulso en el que vivimos. Porque no está de más recordar que los sucesivos acuerdos con el Vaticano, en esencia sólo renovaciones automáticas del Concordato de 1974, no son ni siquiera anticonstitucionales. Son preconstitucionales, lo que parecería un chiste si no fuera un disparate y aún más, el condenado dinosaurio que contemplamos cada mañana al despertar.

Y sin embargo, ahora tenemos una oportunidad para poner cada cosa en su sitio. La Iglesia en el alma de sus fieles, la escuela pública en la vanguardia de la sociedad, el conocimiento humanista y científico en las aulas, las verdades con mayúscula fuera del debate político. La escuela es un lugar para saber y no para creer. Creamos en la escuela, en la educación pública, para poder creer en nosotros mismos, en lo que España es y en lo que fue, en lo que pudo ser, y en lo que será si no olvidamos que tenemos la razón, y que la razón importa, la razón pesa, la razón duele o reconforta, y la razón compromete. Y que ese compromiso no se puede negociar porque el nombre de la razón sólo puede pronunciarse de una manera.

PROCLAMA (QUE NO SOFLAMA) ENFATICA, MAS NO POR ELLO DIATRIBICA, POR LA LAICIDAD Y ACONFESIONALIDAD DEL ESTADO

Suscribo letra por letra

La Iglesia Católica ha lanzado una feroz (incluso podríamos decir que encarnizada) batalla en todos los frentes en su intento de mantenerse (incluso podríamos decir que de perpetuarse) instalada en sus ventajosas y, a todas luces, injustificables posiciones de influencia (incluso podríamos decir que de dominio) tanto en el ámbito social como en el económico o en el político.

Reacia a perder su privilegiado estatus, no duda en emplearse a fondo valiéndose de todas las armas a su alcance (desde el púlpito hasta los medios de comunicación que controla, pasando por todo tipo de asociaciones afines, tanto académicas como sociales, económicas o políticas) para conseguir que su particular y privativo punto de vista (no entro si bueno o si malo) continúe dictando, como así lo ha venido haciendo durante siglos, no sólo el guión a seguir y las escenas a interpretar, sino también el como seguir dicho guión y el como interpretar dichas escenas, otorgándose, unilateralmente, el papel de guionista y director de nuestras vidas.

No escamotea medios en su lucha (quizás batalla, quizás guerra) por mantener el estatus confesional (por lo menos para-confesional) del estado y de sus instituciones. Por seguir sirviéndose del sistema educativo público para continuar haciendo proselitismo de su fe y de su doctrina. Por continuar recibiendo del estado ingentes cantidades de dinero público para la financiación de sus actividades privadas y para su propio sostenimiento.

Por ello, los que creemos firmemente en la absoluta independencia del estado y de sus instituciones frente a cualquier iglesia, religión, credo o fe, debemos mantenernos firmes en la defensa del principio irrenunciable de la laicidad y aconfesionalidad del estado y de la no ingerencia de iglesia, religión, credo, fe o grupo de presión religioso alguno en la toma de decisiones por parte de los organismos públicos, en la elaboración de las leyes y en la aplicación de las mismas. No debemos consentir la utilización de las instituciones o servicios públicos para la divulgación o la difusión de sus doctrinas y creencias. Y, sobre todo, debemos impedir que se destinen dineros públicos para el sostenimiento y/o financiación de entidades que, por muy importantes y representativas que sean, no dejan de ser sociedades privadas.

Partiendo, abiertamente y sin ambigüedades, del reconocimiento del derecho que le asiste a la Iglesia Católica y a cualquier otra iglesia, religión, credo o fe a practicar su culto, a preservar sus tradiciones, a vivir conforme a sus creencias y convicciones y a difundir y a enseñar su doctrina y sus principios sin ningún tipo de trabas, cortapisas o restricciones (todo ello, obviamente, dentro de la legalidad), reclamo, con igual o mayor énfasis, el derecho que nos asiste a todos y a cada uno de nosotros a vivir y a educar a nuestros hijos conforme a nuestras propias creencias y convicciones, sin dictados ni imposiciones, sin trabas, cortapisas o restricciones.

Nadie, nadie pude servirse, ni utilizar, ni apoyarse en el estado, sus instituciones o sus dineros para algo que solo afecta al campo de las creencias o convicciones personales. Y nunca, nunca, desde el estado o desde sus instituciones se debe de intentar mediatizar o fiscalizar, intervenir o inmiscuirse, en algo que solo afecta al campo de las creencias o convicciones personales.

Fuente:AGORA_APOSTATA (en la cumbre del monte Piapaxaro ( O Courel, Lugo ), primavera de 2.005.)

lunes, junio 08, 2009

Shrek (valenciana)















Fuente de la foto: El Pais 08/06/09

La que se dice "alcaldesa de todos los valencianos" se la va la pinza cuando un fachilla con barbeta se marcha (de una puta vez) a europa (esa entelequia en la que casi nadie cree), yo personalmente le recomendaría tomar menos bebidas transparentes, si no quiere salir en la "foto" con pinta de Shrek a puntito de comerse al estrena trajes.

martes, junio 02, 2009

Cañizares o la lógica para obtusos

Autor: Jesús Espasandín López
Fuente: Rivas Laico
Fecha: 31/05/2009

SE PUEDE DECIR MAS ALTO PERO NO MAS CLARO

¿Por qué ha comparado Cañizares la practica del aborto que se va a regularizar en nuestro país con la pederastia practicada desde el seno de la institución eclesial? No nos equivoquemos. No es un error de incontinencia verbal. Tampoco una comparación entre extremos que al ser "ciertos" la hacen "exacta" (Mayor Oreja dixit), aunque pueda ser desafortunada. Ni siquiera la expresión lógica en un obtuso coronado con mitra. Se trata de una pérfida elaboración de una lógica para obtusos, dirigida a unas ovejas fieles a la obediencia ciega, que aceptan no traspasar la mayoría de edad mental, a fin de mantenerles en su condición de tales.
Con la comparación se pretende matar dos pájaros de un tiro: Evitar que el conocimiento de las atroces violaciones de menores cometidas por eclesiásticos contribuya a la sangría de fieles devotos que la iglesia católica viene experimentando y para ello nada mejor que mostrarles que por muy monstruosa que les parezca tales conductas en la casta de los prelados -a quienes deben seguir obedeciendo- nada comparable a los horrores que se perpetran en la sociedad fuera de la Iglesia. Negada la mayor, ¿qué importa la menor? Es el mismo tipo de razonamiento con que los sacerdotes tranquilizaban a los torturadores en la dictadura de Pinochet: si la iglesia ha llegado a justificar la ejecución de seres humanos en determinados casos, ¿por qué no aceptar la destrucción de la "parte" que representa la extracción de las uñas o de los ojos?
Lógica para obtusos. Hace tiempo que la Iglesia católica abandonó la tentativa de usar la razón para enfrentarse a la razón de las ciencias y a la de las filosofías amparadas en ellas. Hoy parece aspirar a subsistir apoyándose en la extendida puerilidad de quienes, para evitar el esfuerzo del aprendizaje, están dispuestos a aceptar hasta lo que les dicen las cartas del tarot. ¿Para que esforzarse en comprender la diferencia entre un cigoto, una blástula, un feto y un niño, con lo fácil que lo pone la iglesia al decir que todo es lo mismo y que acabar con cualquiera de ellos es homicidio? Da grima que filósofos como Jesús Mosterín tengan que dirigirse a adultos recordándoles cosas tan elementales de parvulario como que "Una bellota no es un roble. Una oruga no es una mariposa. Un embrión no es un niño", o tirarle de las orejas a la Iglesia recordándole que si bien nunca sobresalió por su nivel científico, al menos en el pasado sabía distinguir entre el ser en potencia y el ser en acto.
Da vergüenza ajena tener que combatir a estas alturas la lógica para obtusos, impartida por Cañizares y secundada por Mayor Oreja, recomendando el"¡sapere aude!" kantiano: ¡atrévete a pensar! Quizás no sea posible que con ello el ser humano adquiera la mayoría de edad, como pretendía la Ilustración, pero tal vez pensando un poquito al menos se deje de ser oveja.

Jesús Espasandín López. (Miembro de la Asociación Laica de Rivas)